
De acuerdo a información de la OMS (Organización Mundial de la Salud), unos 1.100 millones de personas jóvenes en todo el planeta corren el riesgo de padecer pérdida de audición, producto de algunos hábitos que pueden dañar la salud de los oídos.
Cuando una persona sufre daños en la audición, estos suelen ser irreversibles, lo que hace que la calidad de vida se vea desmejorada, además de que representa un aumento en los costos de atención de salud.
Resulta que por lo general la audición se va perdiendo por distintos hábitos que afectan su funcionamiento, por eso es fundamental que todas las personas adopten costumbres de vida y puedan seguir algunos consejos que permiten el cuidado de los oídos, como por ejemplo el evitar exponerse a niveles de ruidos muy intensos y de forma prolongada, a pesar de que algunas veces puede generarse por algunas enfermedades, como es el caso de la diabetes.
Tal y como se afirma en el sitio web Medline Plus, hay dos tipos de pérdida de audición, una que se produce cuando existe una lesión en el nervio auditivo o en el oído interno, lo que genera una pérdida permanente.
Mientras que el otro tipo se da cuando las ondas de sonido no alcanzan a oído interno, que por lo general se presenta por una obstrucción por líquido o cera, o por una perforación en el tímpano, lo que quiere decir que es reversible, ya sea con algún tratamiento médico o con un procedimiento quirúrgico.
De igual modo, en dicho portal se afirma que para contar con una buena audición se debe tener un nivel adecuado de volumen, duración y frecuencia, pero para esto se deben seguir estas 6 recomendaciones.
1. Mantener un volumen bajo: El volumen siempre se debe encontrar en un nivel menor a los 85 dB, en un rango máximo de ocho horas diarias.
2. Mantener un límite de tiempo para actividades ruidosas: Es fundamental exponerse en la menor medida posible a ruidos muy elevados, como por ejemplo cuando se acude a una fiesta en la cual el volumen está a un nivel muy alto.
3. Mantener una vigilancia de los niveles seguros de exposición a ruidos: Siempre es importante que las personas conozcan cuáles son los niveles seguros de exposición al ruido para poder controlar sus dispositivos de audio, una de las formas de documentarse sobre esto es revisando los manuales de uso y las características de cada dispositivo.
4. Prestarle atención a los síntomas de pérdida de la audición: Por otro lado, es importante también que las personas puedan identificar cuando tienen algún tipo de dificultad para oír, de ser así se debe acudir de inmediato al médico especialista para poder recibir un diagnóstico acertado y comenzar de inmediato un tratamiento, ya sea para frenar dicha pérdida o para resarcir el daño, en el caso de que sea reversible.
5. Secar bien los oídos: Cuando se toma un baño es importante lavar bien las orejas y la parte externa del oído, sin embargo, luego de eso es fundamental secarla bien, ya que la humedad hace que los hongos proliferen de forma más efectiva, lo que podría dar lugar a una infección que produzca daños en el oído y por consecuencia afecte la capacidad auditiva.
6. Acudir periódicamente al especialista: Aún sin percibir algún problema o cambios en la audición, es importante contar con la revisión de un especialista de manera periódica, en este caso se debe acudir a un otorrinolaringólogo, que es el médico especializado en la salud del oído.
Identificar los problemas de salud a tiempo es fundamental para poder tener un tratamiento exitoso, por eso para saber si existe algún problema con la audición hay que tener en cuenta los siguientes puntos.
· No atender un llamado o contestar de manera algo diferente a lo que se le está diciendo.
· Tener un tono de voz mucho más fuerte de lo normal, debido a que la propia voz se escucha baja.
· Dificultad para conversar por teléfono.
· Subir el volumen de los dispositivos a un nivel más de lo normal para poder escuchar.
· Ser una persona aislada, tranquila e introvertida.
· No comprender lo que se dice, como si se tratara de murmullos.
· Tener un habla que no es lo suficientemente clara.
· Tener dificultad para escuchar los sonidos de alta frecuencia, como por ejemplo el repique de los teléfonos o los timbres.
· Sentir un zumbido en el oído, a esto se le conoce como acufeno.
· Haber padecido secreciones en el oído.
Por otro lado, hay que alejarse de ciertas prácticas que pueden hacerle mucho daño a la salud del oído, como por ejemplo.
· No introducir nada en los oídos, ya sea hisopos, varilla, palillos o cualquier otro objeto.
· No colocar ninguna sustancia en los oídos, a menos que sea un medicamento recetado por un médico.
· No ignorar las secreciones del oído.
· No tratar las infecciones de oído con remedios caseros.
· No bañarse en aguas que no estén limpias.
· Evitar exponerse a música o ruidos muy elevados por periodos largos, pues esto puede ser motivo de pérdida de la audición.