
Y hay algo tan impresionante en poner un cuenco gigante de mejillones en la mesa para que la familia y los amigos se metan en él con las manos. No hay cubiertos por aquí, ¡sólo muchas servilletas!
Básicamente, los únicos ingredientes que se necesitan para preparar unos mejillones realmente sabrosos son ajo, vino blanco y mantequilla o aceite de oliva. Todo lo demás que ves a continuación son extras que añaden un elemento extra de sabor, pero no son obligatorios.
El vino blanco es realmente el ingrediente que marca la diferencia. El vino añade complejidad y sabor a la salsa de una receta por lo demás muy sencilla. Substituto no alcohólico: caldo de pollo bajo en sodio.
Vídeo de la receta arriba. Los mejillones están muy infravalorados: son baratos, rápidos y fáciles de cocinar, ¡y están deliciosos! Esta es una forma clásica de cocinar los mejillones: en una salsa de mantequilla con ajo y vino blanco. Asegúrate de tener mucho pan crujiente para mojar la deliciosa salsa, ¡es mi parte favorita!
Información nutricional:Calorías: 272cal (14%)Carbohidratos: 11g (4%)Proteínas: 16g (32%)Grasas: 13g (20%)Grasas saturadas: 7g (44%)Colesterol: 63mg (21%)Sodio: 463mg (20%)Potasio: 648mg (19%)Fibra: 1g (4%)Azúcar: 3g (3%)Vitamina A: 1345IU (27%)Vitamina C: 25mg (30%)Calcio: 60mg (6%)Hierro: 6mg (33%)
Y hay algo tan impresionante en poner un cuenco gigante de mejillones en la mesa para que la familia y los amigos se metan en él con las manos. Por aquí no hay cubiertos, ¡sólo muchas servilletas!
Básicamente, los únicos ingredientes que se necesitan para preparar unos mejillones realmente sabrosos son ajo, vino blanco y mantequilla o aceite de oliva. Todo lo demás que ves a continuación son extras que añaden un elemento extra de sabor, pero no son obligatorios.
El vino blanco es realmente el ingrediente que marca la diferencia. El vino añade complejidad y sabor a la salsa de una receta por lo demás muy sencilla. Substituto no alcohólico: caldo de pollo bajo en sodio.
Vídeo de la receta arriba. Los mejillones están muy infravalorados: son baratos, rápidos y fáciles de cocinar, ¡y están deliciosos! Esta es una forma clásica de cocinar los mejillones: en una salsa de mantequilla con ajo y vino blanco. Asegúrate de tener mucho pan crujiente para mojar la deliciosa salsa, ¡es mi parte favorita!
Información nutricional:Calorías: 272cal (14%)Carbohidratos: 11g (4%)Proteínas: 16g (32%)Grasas: 13g (20%)Grasas saturadas: 7g (44%)Colesterol: 63mg (21%)Sodio: 463mg (20%)Potasio: 648mg (19%)Fibra: 1g (4%)Azúcar: 3g (3%)Vitamina A: 1345IU (27%)Vitamina C: 25mg (30%)Calcio: 60mg (6%)Hierro: 6mg (33%)
Los mejillones son un alimento maravilloso infravalorado. Llenos de vitaminas y minerales, ricos en proteínas y bajos en grasa. Es una maravilla que estas estrellas culinarias no sean un alimento básico en la dieta británica. Sin embargo, con más información que nunca sobre los beneficios para la salud de los mejillones, esto está empezando a cambiar. Los mejores nutricionistas y profesionales del fitness han empezado a estudiar cómo el simple mejillón potencia la salud física.
El marisco (en particular el de concha) tiene un alto contenido en proteínas y un bajo contenido en grasas. Esto es una gran noticia para los que siguen una dieta restringida en calorías, ya que demuestra que es posible disfrutar de comidas excitantes y saludables sin sacrificar el sabor. No hay necesidad de grasa, ya que la mejor manera de preparar un sabroso plato de mejillones es al vapor o hervido con unas pocas hierbas o vino blanco.
Para los que disfrutan de un consumo elevado de proteínas, los mejillones son una buena alternativa al filete. No sólo son mejores para el medio ambiente (ya que son ecológicos y fáciles de cultivar) sino que también ofrecen niveles de proteínas y hierro que rivalizan con los de la carne roja. Un aumento de la ingesta de proteínas y hierro mejora el estado de ánimo, los niveles de energía e incluso el cutis. Un resultado fantástico de introducir los mejillones en su dieta semanal.
Los mejillones, tiernos y perfectamente cocidos, se sirven en una salsa picante y bien condimentada. El pan rústico tostado es la forma ideal de absorber el caldo, aunque el pan a la parrilla sería igualmente sabroso. Lo mejor de los mejillones es que son fáciles de cocinar bien y son bastante baratos en comparación con otros mariscos. Busca mejillones cerrados, sin cáscaras astilladas o agrietadas. Golpea los mejillones abiertos en la encimera antes de cocinarlos; si no se cierran, tíralos (están muertos). Asegúrate también de limpiarlos bien, enjuagándolos -y frotando suavemente si es necesario- bajo el grifo de agua fría. ¿Te gusta este plato? Prueba a mezclar los mejillones y el caldo con linguini la próxima vez para darle un nuevo giro.